A finales de los 70 y principios de los 80, una explosión musical basada en sintetizadores e instrumentos electrónicos revitalizó el folklore de las pequeñas islas de Cabo Verde, paÃs a 500 kilómetros al oeste de Senegal, en pleno Océano Atlántico y colonia portuguesa hasta 1975. Las mornas locales, coladeras y el funaná se vieron renovados con la aparición en las islas de centenares de artilugios electrónicos nunca antes vistos y que desprendÃan música. Pero ¿cómo una revolución musical de esas caracterÃsticas llegó a unas pequeñas islas que por aquel entonces tenÃan menos habitantes que Bilbao?
En la mañana del 20 de marzo de 1968 un barco cargado con con lo último en tecnologÃa musical zarpó del puerto de Baltimore con rumbo a la Exposição Mundial Do Son Eletrônico, en Rio de Janeiro. La primera gran feria de equipos electrónicos y gadgets en Sudamérica.
Esa misma tarde, y aunque la mar estaba tranquila, se perdió la pista del navÃo, del cual no se volvió a saber nada hasta tres meses después, cuando apareció a ocho millas de las costas de la pequeña isla de São Nicolau, en Cabo Verde. El barco, sin tripulación, despertó la curiosidad de la población local. Los ancianos atribuyeron su llegada a una llegada divina, de origen cósmico. Las autoridades portuguesas no aclararon cómo pudo acabar allà y dieron por válida la teorÃa de los lugareños. Cuando abrieron las bodegas se encontraron con cajas y cajas de sintetizadores y órganos Korg, Hammond, Moog, Rhodes, Farfisa... En una comunidad sin electricidad, acabaron todos almacenados y abandonados en una iglesia a manos de la policÃa colonial. Tiempo después cayeron en manos del lÃder anticolonial Amilcar Cabral, quien declaró que los instrumentos debÃan repartirse por igual entre las escuelas del archipiélago, donde sà habÃa electricidad.
Toda una generación de jóvenes caboverdianos tuvieron acceso gratuÃto a equipos musicales de vanguardia. Alimentando la leyenda, se señaló que los niños de las escuelas donde se distribuÃan los sintetizadores heredaron prodigiosas capacidades para entender la música y aprender instrumentos.
Este extraño giro del destino creó en el archipiélago una explosión de sonidos electrificados tras su independencia de Portugal. Funk cósmico y danza. Todo ese sonido ha sido recopilado a través del sello de rarezas Analog Africa en un recopilatorio exquisito titulado Space Echo - The Mystery Behind The Cosmic Sound Of Cabo Verde Finally Revealed!. Una colección de sonidos futuristas y psicodélicos en su mayorÃa desconocidos y que jamás habÃan salido de las islas. Lanzado en doble vinilo con entrevistas a 12 de los 14 músicos del recopilatorio.
Se dice que las escenas musicales aparecen por pequeños detalles, por accidentes. He aquà un literal ejemplo de ello.